miércoles, 30 de julio de 2014
Lumpen
Porque
tú eres como la alegría que le faltan a mis hojas. Eres cada punto,
cada coma que me olvido ponerle a mis días. Eres como un nuevo amanecer,
y un silencio vaciado de melancolías. Tú eres como lo que hay debajo de
mi sonrisa, la que arma todo mi teatro; eres la culpable de mis caros
estados de ánimo. Mi lento despertar, mi hotel para otoño, una página
del deseo interrumpido. Sin ti simplemente
yo no sería aunque sea línea de tu palma, o pesado ruido que te
atormenta. Mi boca es tu refugio; pero yo vivo mejor debajo de tu piel,
cobijado del frío y lentamente enfermo de sensibilidad. Y aumenta mi
capacidad de comerme tus penas, como un roedor enorme, que solo sabe
hacerte sonreír... Soy una emoción que recuperas cuando vuelves la vista
al vacío metafísico del cielo aplastante. Cuando no tengas más días
cargados de electricidad y porcelana, acude a mi encuentro, que siempre
guardo un beso para recibir tu cuerpo, en pleno apogeo, tú, dentro de mi
pecho, dentro de mi corazón. ¿Y por qué no? Dentro de mis mundos
ficcionales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario