domingo, 29 de enero de 2012

Maduración

Qué escribo en esta oscuridad malsana, nada más que tu nombre. Y siempre firmaré mis cartas con elogiosos te amos, elogiosos te amos que no te dije en esta ausencia. Todo cambia y también cambio yo Cambia el clima, cambian las ideas, cambian los presidentes. Se recuperan las economías, se recuperan las vidas, me recuperó yo.Cambian las formas de pensar, maduran las personas, maduro yo.

La vida es una constante de lucha, la vida es una constante cambio, de  la lucha de contrarios nace la perfecta armonía dice Herácilto. Y he aprendido, gracias a la doctora Villa, con estas armas que me dio, la confianza en mí mismo, las pastillas y la sublimación. Trato de reconstruir mi vida y de hacerlo bien. Y de sobresalir para que tú me veas, y veas que he cambiado. Y cuando suceda eso, tal vez podamos hablar un poco de estos días que dejo atrás, vislumbrando esa aurora febril que acompañe mis días. Y ciertamente, todo lo que hago lo hago pensando en ti. Porque solo hay una fuerza en el universo que me mueve, y esa fuerza es el amor, el amor que aún te tengo, ante todo, el amor Dios, y a mi familia, y, por supuesto el amor propio.

Te amo

lunes, 23 de enero de 2012

Febrero

Febrero no llegues con tus incompetentes días, ni tus noches de tersa locura, no llegues para mí. No quiero otra vez revivir en el tiempo ese cinco, ese cinco en que mi corazón empezaba a herirse; tampoco quiero ese catorce que me robaron, ni el quince, día mi muerte. No quiero que llegues para mí, Febrero. No quiero tu sol que reconforta mis penas, no quiero tu día bisiesto que alarga mi amargura, no quiero tus días recorriendo el temor que recorre mi vida. Febrero no llegues con tu opulencia, con esas ansias de querer curar con tu día de los enamorados las más disparatadas tristezas, no me vengas con que eres un mes tan corto, que pasas rápido, no atravieses mis privilegios totales ni menoscabes el pacto que mi corazón hizo con el cielo. Febrero no me la alejes más, no me dilapides el corazón con tus horas de incitante suicidio. No me vengas con que los carnavales traen alegrías, ¿qué alegría puedes traerme tú, si todo me lo robaste? Onomásticos, Febrero, onomásticos y desidias, nada más. Luego sueños rotos, atajos hacia la muerte, desencanto fatal y una vida que se repliega, Febrero, nada más pueden traerme tus días. Con fechas marcadas a sangre y lágrimas, no puedo Febrero abrazar tu trascurrir de vicisitudes. No llegues Febrero con tus falsas elocuencias. No llegues para mí Febrero. No me traigas torvos recuerdos, ni acaramelas las huidas ni los instante en que tantas veces el corazón me rompieron. No llegues para mí, Febrero. Te lo ruego. Y si llegas, no vengas solo, tráemela, con su perfume, con su sonrisa y esa última mira confusa cuando vio por última vez de mis manos entregarles una rosas imposibles. Tráemela con su incapacidad para irrumpir en mi pensamiento como una torva lesión que me destruye los días. Devuélveme su presencia, Febrero. Si vienes solo, mejor pasar de largo, no hagas Stop en esta avería que te presento como un trabalenguas de tristezas. Febrero no llegues para mí, no llegues sin ella.