martes, 25 de noviembre de 2014

Radiografía de un idiota


Espero que tus ojos drenen mi alma podrida, que limpies mis manantiales de apagones e ignorancias. Soy todo tullido, incompetente sexual, retrasados para el amor, un tanto idiota cuando diserto sobre la vida y lo que atesoran tus piernas. Tengo lamentos y estoy emasculado, no hay droga mejor que despertarte, nacida en mis manos, crecida en mi mente, toda fina, con tus grandes ojos regaliz, tu boca como aeropuerto, mi linda pluma, lo único que puedo rescatar de mi.
Todo lo demás, soy mediocre, me alimento de oscuridad, disparo contra el mundo versos que este ignora, versos que se quedan atrapados en el barro y vuelven hacia mí como boomerang. Soy mal pensado y estoy herido.Soy portador de mis toneladas de ruidos, raquítico de luz, fracaso de novio, pienso mejor en la memoria, en el humor hecho mierda, la poesía que me deslumbra, la mierda que se hace mía, pero te la comparto.
Soy un tipo infantil, lleno de niños esquizofrénicos, todos sangrantes, todos infelices, y yo que soy un imbécil, solo construyo madrigueras ruinas, todos los días de mi puta vida, atiborrado de rechazos, sin un alma que caliente mi cuerpo, o un beso que me derrita la distancia, me lleno de gusanos rojos, todo idiotizado por tu desnudez, eso soy un tarado que se regodea en su tristeza, alguien que espera en la cola a que la chica de adelante, la que reparte besos y pan, camine hasta mí y me haga el amor como la otra noche, mientras dormía en un basurero y ella me sacó para darme un baño de ternura y luego largarse en mitad de mi noche explícita, la cual decoré de estrellas para recibir su desnudez... Pero ella se fue, dejándome borracho y sin sueño. 
Los perros huelen mis heridas. Y la otra noche cuando estuve con una mujer, esa mujer que regalaba besos y abrazos, como una muñeca caliente, y tuvimos sexo en el tugurio más triste de mi cabeza. Porque al fin ha salido, muy pronto se casa y extraña a su galán. Y yo la tengo entre mis delirios. Desde que la soledad puebla mi alma, es pues más recurrente matarme de vez en cuando para explotar dentro de su corazón. Soy un tipo de esos que no se recomiendan a nadie, porque soy malo hasta decir muérete, mierda; soy feo, soy soltero, ávido de un cuerpo que recicle todo esta manía de intentar ser querido, soy inteligente, casi un genio, soberbia aparte, pues mis dedos tienen cangrena lo mismo que el corte que tengo en el alma. Soy un fracasado lleno de vejez. Y muy pronto cuando no haya sexo en el mundo seré ese mismo emasculado, que no sabe exactamente las palabras necesarias para que tú vayas a la cama con él a intercambiar pasiones por fluidos, a decidir juntarse por fechas, tan llenos de frío, pero uno en el cuerpo del otro, haciendo del corazón y la verguenza, lluvia. Y yo solo quiero hacerte el amor, pero acabo de recordar que estoy como muerto y podrido y soy solo un fantasma mediocre que suplica que su alma descanse, y está tan jodido que no tiene ni una puta tumba ni una puta casa donde ir a molestar, por eso anda jode y jode con sus recuerdos de leopardo, cuando el sexo y el amor todavía eran uno, antes de descubrir su corazón de rana....

Las musas

Dame de tu cuerpo, corazón, porque me patinan las ideas por la cabeza, tú sabes, hacen mucho ruido aquí arriba.
Tampoco hay musas que usen medias negras.
Solo el dolor con que lavo mis pies.
Estoy perdido en una tormenta derramada en el mantel,
porque tu boca no nombra ya el silencio.
Fúndeme de ganas, cariño, porque he perdido la orientación y ya no escucho el susurro que hace el zatrix invadiendo mi sangre.
Ya para qué las musas, si son todas gallinas, lentas, llenas de humanidad,
un poco sombrías, son sencillas y ya no entienden de Literatura.
De milagro se tumban en aviones de sospecha,
su forma de mirar, como si buscaran un personaje en un pecho estrecho.
Y así salvan la especie, sin remedios y con locuras,
y mis ojos que no soportan tu claridad.
Mi buen destino, cariño, es fumarte, como si tomara el Sol
en una avenida llena de sangre, y tú no reconoces
a este infeliz que puebla tus lunas de ley de pastillas
conmigo no te puedes perder:
deberíamos acostarnos más seguido, quizá romper sillas
pintar el cielo de crudo y salvar las calles, o recrear latitudes
por ejemplo la sal de tu cuerpo cerca al mío
cuando disfrutábamos del sexo y la erotomanía.
Las cosas pasan porque sí, las musas pasan por nada,
si bien siempre diste vuelta por mi cabeza, en cosa de minutos, casi como un rayo que teme, te hiciste sombría, taciturna y lenta.
Entonces perder la vida es una apuesta lenta, porque no nos pertenece
una vez que nos hemos decidido optar por el contacto corporal
en vez de alimentarnos de canciones en llamas y cuervos amenazantes.
Dame de tu alma, cariño, que tengo sed
y no hay silencio mejor que tus pantanos y tus piernas apuntando al cielo.

Electricidad y fulgor

Es como si nuestras almas hubieran sido programadas para encontrarse desde hace mucho. Y es por eso que mis lágrimas ya no inquietan color. Es una tarde liviana, enferma de olvido, que se rezaga en tu juego, mientras mi infelicidad ya no hace barullo dentro de tu historia bifurcada. Tengo memoria, pero no lo hago bien. En cambio quisiera pertenecerte, como gemido o ínfima dosis terrorífica. Pero tú no eres de este mundo. Hace ya buen rato que te marchaste, tan martín, con ojeras en vez de pies, y un tren sin enfermedades. Para ti solo tengo este "te voy a esperar un tiempo". Porque mi fantasía es otra oportunidad, lejana lejana, que yo atesoro en los resquicios de mi teatro. No hay redivivos, solo esta ficción que yo construyo con tu boca de miel, que me habita desde la ilusión misma, donde tu sombra me permite beber el cáncer que consume mis caricias: así te espero, lleno de locuras y deseos, en este vacío de barro y sangre podrida, lleno de moscas, paseando mis tripas frente a tu recuerdo y silbado tu canción. Cuando decidas darme un sí, mi querida feminista, avísame con antelación para limpiar mis manos y asear mi habitación, porque quizá sea bueno hacerte el amor no una sola vez, sino todos los días de los que nos reste en esta unión. Y yo puedo ser tierno si quieres, pero también puedo limpiar tu tiempo y tallarte un sonrisa cada mañana. Pero, de hecho, me gustaría mejor aprender a medirte la espalda a besos. Y contar los segundos antes de que implosiones de súbita y llena de especulaciones, sobre esta mente que se marchita pensando en tu feminismo y la poesía peruana del siglo XX. Quisiera asir a través del apetito sexual tu espíritu libre y hacer de él un maquillaje para mis fantasías o la prístina génesis para lo que, luego de haber navegado por tu cuerpo de estrellas, escriba lleno de nostalgias y sin glorias

Bicho

Dentro de mi cabeza hay un bicho que pide que me prepare para devorar vidrios rotos, palabras de amor que no son para mí, días tristes y cansinos. Zumba y da vueltas, me da órdenes, me dice que te quiera, que te odie, que te deje, que me vaya, que me reproduzca, y luego me mate. Me pide silencio, me pide cuerpo, me pide algodón, me pide tolerancia a la luz. Me pide que busque compañía,en el cielo, en el infierno, en el fondo de tu plato. Me pide culpa, me pide tiempo, me pide lejos, me quiere cerca, me tiene atado, sin control, me lleva a la Luna, me trae de regreso, me colma de fatigas, me quita las uñas, me roba las introversiones. Me pide que recupere un bosque para mis brazos, me pide sexo, sin compromiso y a toda hora, me pide un futuro, un reloj cualquiera, la palabra empeñada, un camino distinto al tuyo; me pide alcohol, me pide sentimientos, me pide rencor, que me lamente, que me obstine, que me calle, que encuentre al fin un lugar tranquilo para mis divagaciones, tal vez las piernas enterradas de una musa llena de escalofríos, si acaso su sonrisa aplaca el zumbido de ese bicho, que suena tan parecido al latido de la soledad

Eso

dejo de hacer palabras, DE FABRICARTE SÁBANAS Y RONDARME FANTOCHE A TU LADO, PORQUE DEBAJO DE TU CUERPO, OTRO CUERPO, un tanto solidario y placiente de interrogativos, me ofrece su útero para frenar la psicosis que tu indiferencia -y mi hostil mentalidad, claro- presupuso en este asedio de mi cercanía a tu amor tan martín tan paz. yo me quedo en silencio, inventando literatuya hasta la hora que el mar decida arrastrarme de silencios y pilotos, lejo lejos de tu boca lejos lejos de tus brazos: yo soy tu calamidad, pero me gustas, qué le haces, pues, vivamos con eso.

negarte

aves que ladran tus olvidos en un camino sin ruinas mientras te sueño así tu cuerpo que se eriza al contacto del mío lleno de prozac tu mirada que empieza a derretirme cerca del precipicio y el místico control de tu boca en mi pecho para hurgar los negocios así de simples qué dificil es negar que te necesito que la noche es corta y el granizo de tu histeria es más doliente que mi sonrisa de idiota pero negar que he crecido desde tus senos hasta las orillas blancas de tus ojos llenos de misterio y música de paraíso y ucronías soy solo una extensión de tu piel porque tú lo acaparas todo te haces dueña de la habitación las velas y el goce diáfano de una luz que se irrita de no tenerla de mí que mi irrito por el por fin hecho lenguaje la demostración que la eternidad es más tuya que mía porque tus piernas son el secreto de la inmortalidad y si te vas ahora no te olvides cerrar la puerta no quiero dejar entrar al mostruo que ha de devorarse mi cerebro y mis venas disolutas llenas de cólicos y asuntos que lastimana tan solo déjame anarquista retozando entre tu corazón y tu ausencia aunque tarde más en olvidarte que lo que tardé en conocerte....

Primera crónica


Acechan los supermercados con sus promociones que muerden el bolsillo. Las calles huelen a humo y ferias. El cielo ya no se ve tan límpido. El mar es un triángulo desde mi azotea. El hombre posmo ha dclarado la guerra a la verdad, al relato, al discurso. Se bombardea de noche, las bombas expelen huesos y abren tentáculos para abrasarlos a todos con su memoria de insulto y expansión. Se desmoronan los edificions, se caen bloque a bloque....
Eso sucede allá afuera.
En mi búnker de magma y pastillas yo estoy protegido. Afuera me aterra. Aquí me muero. Afuera están seres irracionales llenos de odio, envidia y daño. Aquí puedo acariciar libros como si acaricia tu piel. Y es por eso que las mujeres huyen de mí. A veces soy un hombre posmo y deconstruyo los trenes que llevan de regreso a casa. Solo tengo una líena que me afea las manos al momento de escribir.

"no hay fracaso más rotundo que haberse venido al mundo para aburrirse y nada más"

Aquí

Aquí, despacito, incierto delirio,
colmados de ayes y de almas que no son mías.
Posé sobre tus pestañas aladas
mis ojos de claveles y risueños colores,
Puse el alma en cada palabra,
una misma tendencia de autodestrucción que se derrite,
y el peso de tu silencio como tormenta de mundo,
Se cae la noche,
y en ella me hundo, respiro por costumbre
pero la compañía me dice no.
El tiempo se posa en tu inquietud
pero solo tengo rotos los labios
y un kilo de melancolías que colman mis pretensiones.
No soy perfecto. Soy viento y pecho.
Ni siquiera pude asirte en tres tiempos,
y ya no me quedan intentos de resurgir.
Como galope de inocentes ruidos,
te llevo por mis pasadizos.
No quise disgustarte, pero tampoco aspiro llegar a viejo.
Pero estoy feliz de compartir el planeta con tu recuerdo,
aunque eso implique que mi vida sea
un largo efluvio de tristeza y anonimato.
No podrán quererte como yo,
pero así soy: no importa hacia qué dirección mire
tus ojos deciden mi pequeña herida.
Hoy maté a una mujer que conocí.

Se creía Dios

La inocencia es tan delicada como el vidrio.
La combustión del viaje es la explicación de tu crueldad,
de tu mirada tan sórdida de vida
en el atardecer bañada de enemigos invisibles.
Acerca de la muerte no puedo decir nada aterrador,
nos llega todos y a todos se los lleva
pero antes de yo irme, quisiera despedirme de tus ojos dorados.
¿Habrá atrás una nueva vida o un silencio en la cabeza?
Quisiera florecer como el sueño de tus pies en ventura
Pero solo soy un inútil que anda, lastimándose en cada esquina
que se computa universal, pero es solo un abrazo perdido
rastrojos de nación, que ya no tiene edad para el amor
y para quedar loco a penas si le quedan un par de años más.
Quizá al morir en verdad pueda despertar
y esté a tu lado y todo esto que he sentido en tu ausencia
sea solo una terrible pesadilla producto de la risperidona
Quizá al abrir los ojos tu sonrisa que me hace bien
me dé la bienvenida y por fin mi alma tenga algo de valor.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Aracelly

Hay cierto erotismo en tus palabras, en cómo son pronunciadas,
en tus silencios, en cómo son marcados,
bajo este techo lleno de humo y sinsabores.
en dejarnos algún día, con tu compañía
en repliegue de libros y solapas, o tus ojos llenos de poesía,
el viento que te acaricia, tu mirada perdida
hacedora de despegos y enojos, como si no miraran
y un verso que se corroe en este bar lacrimoso donde
tu presencia es una navaja que me escinde
tu presencia es una palpitación, corazón de rana,
no silencies el recorrido porque se hace menos misterioso
no intentes deificar tu erotismo porque es singular
pero puedes requerir un tañer nebuloso, si acaso
un día te falta un hombro donde apoyar
tus silencios tu erotismo mi compañía.
Es que a veces se dice más en el silencio
que cuando las palabras aterrizan en el corazón de una rana.