domingo, 26 de febrero de 2012

Forever alone dos

Cuando me siento solo suelo escribir rubricas de gente que alguna vez me quiso, pero por mi inmadurez perdí su cariño. El trabajo de oficina me limita mucho. Yo no pertenezco a ese mundo, uso la imaginación para escapar de ese encierro. Pero desemboco en otro mundo: Tú. Y luego, cuando regreso a este, estoy solo por siempre. Como al principio.

Trabajar, firmando papeletas de salida, de rato en rato, cuando el tráfico se pone pesado y eso me genera tiempo, leer la biografía del Che Guevara, contaminarme con teorías revolucionarias, en vez de hacerla. Suelo divagar llevando mi mente a universos paralelos, recreando mundos, delirando por mi musa. Y todo eso es la estructura de tu cuerpo, de tu personalidad que yo amo. Y luego, cuando el tiempo me lo permite, escribo poemas, que tú no sabes apreciar, que no sabes valorar, pero que a pesar de ello te pertenecen. La muerte es parte de mi pasado. Mi presente se basa en vencer esta inseguridad que me gobierna, esta indesición, y cuando lo hago irte a buscar, así me lastime, porque si me lastimo, yo no me moriré, si he de morir será por una causa buena, nada más puro que morir por ideales, o en el caso mío para con el tuyo, por abstracciones.

Te amo. Y tal ves te ame toda la vida. Un año y te amo como el primer día. Sé que la culpa es mía. Deja que yo remedie todo ello. Mi amor, mi reina, mi musa... 

Sigo sintiéndome solo

viernes, 24 de febrero de 2012

Un año y nueve días

Tú eres la mujer por la que espero desde hace un año y nueve días. Tú eres el enclave de mi paraíso, la razón de mi poesía, el eco de mi pasado feliz, los remanentes de la literatura hecha mujer.

Pero no soy un buen poeta, porque no sé atraparte, ni reconquistarte, porque no sé irte a buscar. Y es que me da miedo tu reacción. Solo soy un acontecimiento en tu vida, la prueba del vacío que dejó el desamor en tu alma; solo soy ese que te trajo tanto problemas y que ahora detestas, y que ahora desoyes. Cargo esta deuda con el destino. Cargo esta cruz y la lapidaria situación de verme a solas, como al principio. 

Las noches fueron testigos de los sonidos que inventé para ti. Y no tengo más que sentir, por qué, como todos los finales reales, este también será un final infeliz. 

Y esas noches fueron diferentes a otras. Porque en otras noches, sabía cómo no herirte. Me ahogo en culpa y llanto. Yo destruí todo. Malditos trastornos de la personalidad. Yo no pedí ser así, pero así soy. En otras noches, no solo noches de sexo, eso no fue sexo para mí, eso fue sinceridad y amor. Cuando me entregabas tu alma y yo te entregaba la mía. Y éramos el uno para el otro. Nos desvestíamos juntos y nos ayudábamos a vestirnos otra vez. Y yo me entregaba sinceramente, y tú alma, esa esencia tuya era mía permanentemente. Y después de tantas lunas, esas noches de interminable amor, se apagaron. Y desde entonces, no he vuelto a sentir eso que sentí por ti, aunque haya esperado un año y nueve días por ti. 

Si decidí hacerme escritor, ahora lo entiendo, fue para poder dedicarte lo que escriba. En cinco años no he conocido a nadie como tú. Con nadie he vuelto a hablar de esas cosas que tú me decías; ni he vuelto a sentir las sensaciones maravillosas que me regalabas. Yo no sé cómo hacer para conversar contigo. Sueño que hablamos por chat, sueño que paseamos; pero como tú mismo dijiste, y antes fue Freud, los sueños son las manifestaciones de nuestros temores, nuestros miedos y nuestros anhelos. 

No puedo entender el mundo sin ti. No me acostumbro. Y ya pasó un año. Y no he dejado de pensar en ti un solo día. ¿Cuántos más pasarán?

Escribo una novela. Y en ella también imprimo tu forma de querer y tu personalidad. ¿Algún día podremos salir a tomar un café? ¿Qué hay que hacer para ello? ¿Irte a buscar o dejar que el destino se canse de bifurcarnos? ¿Amar a alguien más tal vez? ¿Y si fuera ella? Siempre te amaré, porque te lo prometí, para siempre serás la dueña de mis introversiones. Y siempre pensaré en ti. Cuando escuche a Kenny Roggers, pensaré en tu boca, en ti. 


martes, 14 de febrero de 2012

A quien corresponda

A quien corresponda


Número UNO

Sonrío porque a ella le gusta verme sonreír, sospecho que le gusta verme feliz. A mí me gusta verla dormir con las manos cruzadas, como desentendida de las cosas y del caos. Me llaman la atención sus ojos enormes, su cabello castaño y su piel clara. Los lunares que la adornan, la sonrisa que le provoco. Su blusita blanca y el brillo que la precede. Sonrío porque ella me da motivos. Y con ella sentirse solo, cobra otra definición; porque cuando me toca y me eriza la piel, puedo decir que encuentro compañía. Dice que le gustan mis labios, que no le importa que esté reloco, ni que tenga estos cambios de ánimos tan raudos. Cuando me habla, una pátina de la pone más hermosa. Se maquilla con frecuencia, pero esto no quiere decir que sin su capa de maquillaje sea fea, ella es muy bella. Y sonríe siempre como si no conociera la tristeza. En este instante se está alisando el cabello de niña. Su aroma es a niña con perfume de mujer. Se toca las puntas de los cabellos, me está mirando, me sonríe y dice que tengo unos labios preciosos. Creo que le gusto. Anotación mental: ella debe usar lentes de gran medida.

A quien corresponda, también

Número DOS

Me opacan las mañanas sin tu fulgor. Me desviven los ojos sin tu brillo. Me consume la vida sin tu cariño. En un tarde lejana, fuimos felices, en esos tiempos cuando el sol no era más que una lágrima áurea, cuando la vida era un feliz. Y no nos separaba el tedio ni la desidia. Pero esos días calcinados por el tiempo se fueron agotando hora a hora, con su lento vaivén de sueños. Y tú reluces compañía y remontas penas; y simplificas las tristezas con tu forma de ser. No puedo oponerme a tu designios, no puedo arder en mi pira. El tiempo avanza en su insustancial huida de platos rotos y palabras que hieden a dolor. El caos, la miseria, tu avance a la adultez. Mi dolor en las entrañas, los susurros de muerte, el deseo infame de ser para ti. Y los ojos decaídos, los peligros en el trabajo, esos tedios que me provoca el hijo de puta que dice que gobierna el área. Y la distancia oronda que nos separa. Quisiera coger el teléfono y llamarte, pero, seamos ciertos, soy un cobarde; me da miedo tu reacción. Me doy miedo en el patetismo que me sumergiré tras tus palabras de torva condena. Es que mi vida ha sido creada para compartirla con alguien genial como tú. He pasado tanto y ha pasado tanto, pero sigues en mi mente, fresca y tierna, con tu sonrisa. Sé que no existen los catorce de febrero para ti, pero yo no quiero un catorce, quisiera una eternidad para los dos, cargando sonrisas y saboreando alegrías. Nota mi pena, siente mi alegría, vive mi delirio. Quiero quedarme debajo de tu piel, entre tu recuerdo y tu alma. El olvido no puede con mi memoria.

Forever alone

Hoy suicidio, mañana resurrección o reconciliarse con el dinero, en este candente, pero intruso, catorce de febrero. Cuando el mundo sale de la mano de a dos, y se juntan en irremediables besos, en una fiesta en donde los sentimientos capitalizados cobran predilección. Se llenan las habitaciones, se escapan los deseos, recorren los cuerpos sensaciones que parecen primigenios. Se proyecta la vida a un hondo vacío, ecuánime y sórdido. Pero qué se hace, así es el amor de cursi. Y nos vuelve cursi a cada beso y beso y beso.

Y si hoy te vuelvo a ver...

Me quedo sin amigos por solo hablar de ti...

Hoy suicidio, mañana resurrección o amistad con el dinero, en este terrorífico catorce de febrero.

jueves, 9 de febrero de 2012

Baila conmigo hasta el fin del amor


Por  siempre para ti, C,  
para que nunca pierdas 
el gusto por sonreí 


Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo 
Llevame como una rama de olivo y sé mi paloma protectora
Baila conmigo hasta el fin del amor

Déjame ver tu belleza cuando los testigos se hayan ido
Déjame sentir tus movimientos como lo hacen en Babilonia
Muéstrame poco a poco aquello de lo solo conozco los límites
Baila conmigo hasta el fin del amor

Baila conmigo hasta el momento de la boda, bailemos una y otra vez
Baila conmigo con mucha ternura y baila conmigo por mucho tiempo
Estamos los dos por debajo del amor, estamos por arriba de él
Baila conmigo hasta el fin del amor

Baila conmigo hasta los niños que están pidiendo a nacer
Baila conmigo a través de las cortinas que nuestros besos han gastado
Levanta una tienda de refugio ahora, aunque cada hilo se rompa
Baila conmigo hasta el fin del amor

Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo
Tócame con tu mano desnuda tócame con tu guante
Baila conmigo hasta el fin del amor 


(L.C.)

domingo, 5 de febrero de 2012

Un año más

Un año más...
Para qué quiero las palabras si no puedo escribirte.
Ni la voz para cantarte
ni los ojos para mirarte
ni los labios para besarte
ni las manos para tocarte
ni la piel para sentirte
Para qué quiero la vida
si no es para vivir un idilio contigo.

Y estas diferencias que nos separan,
las ideas bifurcadas,
el deseo con la mala sombra,
los ojos que se separan,
el viento que llora
la memoria que recuerda
los dedos que te extrañan,
el chico que necesita de tu boca.

Un año más...
Y tu recuerdo no se aleja,
todo se repite en el tiempo
se repatrian las tristezas
la palma se abre el brazo se levanta,
y otra vez la cachetada es asestada.

Un año más...
Y no te recuerdo, porque jamás te olvido

Para qué quiero las palabras,
para qué quiero la vida.
El sentido primigenio, los pulsores,
se desactivaron, el instante previo,
de tu partida.

sábado, 4 de febrero de 2012

Sentirse vivo

Estos días me he sentido más vivo que nunca. Le encontré un sentido a mi existencia, un sentido banal al parecer, pero sentido al fin. Harto de tanta injusticia y la incapacidad de gente con mayor rango, denuncié mediante un informe, a un auxiliar de bóveda de nombre Luis Izquierdo, al cual califiqué de incapaz, incompetente, irresponsable, alguien que no puede tomar las cosas en serio, y en vez de darle soluciones a las cosas, las complica más con su inexperiencia y su falta de liderazgo. Después que los jefes leyeron el informe, me llamaron para que dé mi descargo, entonces les expuse los problemas que tenemos con dicha persona, de su megalomanía, de su incapacidad, y otros problemas personales que tenemos. Con ese informe, en las palabras del señor Barzola, quien es una persona excelente, puse la soga al cuello al auxiliar de bóveda, fueron fulminantes mis palabras, casi excesivas. Pero los días posteriores el susodicho, haciendo alarde de su supuesto puesto de jerarquía y de sus contactos, con su idea de que no puede ser despedido porque tiene vara, siguió haciendo uso del poder que tiene. Cometió excesos otra vez. Y tomó represalias contra mí. Me prohibió el ingreso a ciertas áreas del trabajo. Pero como es un incompetente, y no sabe hacer su trabajo bien, uno tiene que hacer las cosas por él, como si uno tuviera su "lujoso cargo", y pues entré a esos territorios prohibidos para acelerar el trabajo suyo. Y pues, él se interpuso, y lo quité de mi camino como se quita, no sé, ¿a un bicho? Y él se sintió agredido, me puso un informe dirigido al jefe. A lo cual contesté con otro informe para denunciar su inmadurez y las represalias que toma.

En  el colmo de la inmadurez, ese tipo se atrevió de calificar a los part time no como trabajadores de la empresa, sino como algo, un objeto, animales, cuando no sabe que estos part time que él menosprecia, tiene mucho más cerebro que él, porque somos universitarios, tenemos mucho más cultura y educación que él, que con su megalomanía lo agrava todo.

Pero no todo es desidia, con su incompetencia ha reanimado mi vida. El saber que el mundo está poblada con gente como él, con gente incompetente, incapaz y que cree tener la razón en todo, ha hecho que yo quiera buscar, al menos en mi medio y por mis medios, el deseo de justicia. Mi vida vuelve a ser hermosa, a tener sentido, con el deseo de una justicia social y un orden de meritocracia.

Y tendría más sentido si tú estuvieras en ella para juntos poder luchar. Claro, la doctora Villa dice que puedo ser justiciero, pero si se ve algo de iniquidad es bueno tratar de solucionarlo, si está a tu alcance. Yo no sé cómo trascurre tu vida, quisiera enterarme, si estás viva, si vives con él, si alguien vive en ti. Pero el mundo sería más hermoso si la gente fuera como tú. Y mi vida sería perfecta si tu volvieras. Pero la perfección en este valle de lágrimas no existe.