Estos días me he sentido más vivo que nunca. Le encontré un sentido a mi existencia, un sentido banal al parecer, pero sentido al fin. Harto de tanta injusticia y la incapacidad de gente con mayor rango, denuncié mediante un informe, a un auxiliar de bóveda de nombre Luis Izquierdo, al cual califiqué de incapaz, incompetente, irresponsable, alguien que no puede tomar las cosas en serio, y en vez de darle soluciones a las cosas, las complica más con su inexperiencia y su falta de liderazgo. Después que los jefes leyeron el informe, me llamaron para que dé mi descargo, entonces les expuse los problemas que tenemos con dicha persona, de su megalomanía, de su incapacidad, y otros problemas personales que tenemos. Con ese informe, en las palabras del señor Barzola, quien es una persona excelente, puse la soga al cuello al auxiliar de bóveda, fueron fulminantes mis palabras, casi excesivas. Pero los días posteriores el susodicho, haciendo alarde de su supuesto puesto de jerarquía y de sus contactos, con su idea de que no puede ser despedido porque tiene vara, siguió haciendo uso del poder que tiene. Cometió excesos otra vez. Y tomó represalias contra mí. Me prohibió el ingreso a ciertas áreas del trabajo. Pero como es un incompetente, y no sabe hacer su trabajo bien, uno tiene que hacer las cosas por él, como si uno tuviera su "lujoso cargo", y pues entré a esos territorios prohibidos para acelerar el trabajo suyo. Y pues, él se interpuso, y lo quité de mi camino como se quita, no sé, ¿a un bicho? Y él se sintió agredido, me puso un informe dirigido al jefe. A lo cual contesté con otro informe para denunciar su inmadurez y las represalias que toma.
En el colmo de la inmadurez, ese tipo se atrevió de calificar a los part time no como trabajadores de la empresa, sino como algo, un objeto, animales, cuando no sabe que estos part time que él menosprecia, tiene mucho más cerebro que él, porque somos universitarios, tenemos mucho más cultura y educación que él, que con su megalomanía lo agrava todo.
Pero no todo es desidia, con su incompetencia ha reanimado mi vida. El saber que el mundo está poblada con gente como él, con gente incompetente, incapaz y que cree tener la razón en todo, ha hecho que yo quiera buscar, al menos en mi medio y por mis medios, el deseo de justicia. Mi vida vuelve a ser hermosa, a tener sentido, con el deseo de una justicia social y un orden de meritocracia.
Y tendría más sentido si tú estuvieras en ella para juntos poder luchar. Claro, la doctora Villa dice que puedo ser justiciero, pero si se ve algo de iniquidad es bueno tratar de solucionarlo, si está a tu alcance. Yo no sé cómo trascurre tu vida, quisiera enterarme, si estás viva, si vives con él, si alguien vive en ti. Pero el mundo sería más hermoso si la gente fuera como tú. Y mi vida sería perfecta si tu volvieras. Pero la perfección en este valle de lágrimas no existe.