Para Esther
Para Carlitos Rodríguez
Para la dra. Villa
1502 amigos en el facebook no lo son todo.
Pero 68, al menos dan indicios de tu personalidad.
(Algunos teóricos postulan que no es posible que un sujeto dé un discurso que sea totalmente cierto, además del grado de subjetividad interviene malamente el desdoblamiento del escritor. Así, este se convierte en un sujeto que realiza el acto de escribir -Autor Real- y en un sujeto que construye mundos -Autor Modelo-. Trataré de ir contra esos teóricos e intentaré, lo que realmente es intentable y fracasable, claro, de escribir desde mi solitaria personalidad y no deconstruir esta realidad que se asemeja al infierno -porque yo sí he estado un par de veces allí al lado- y a sus siempre impredecibles habitantes.)
Corren los minutos, siempre tan aprisa, y
una vez más atravieso las edades, que aquí, cuando florece la noche y sus
pétalos oscuros incentivan los deseos más truhanes, todavía siendo día festivo,
me encuentro a solas con esta inevitable miseria. Y aquí ciertamente todo
hiede. Y me apresuro por ser sincero. Despunta la madrugada, se incendia el
cielo con tu voz, madre. Pero esas son otras cuitas. Y empieza el trajín: lo
más triste es tener que pedirle un abrazo al psiquiatra porque nadie te ha
abrazado hoy. Y los pasos se dirigen hasta una solitaria silla, muy temprano la
música se impone con una cadencia de dama ebria. La voz quebrada trata de no
asemejarse al tañer de una campana herida. Y reacio y firme, transito por estas
calles plagadas de melancolías, con sus altas fachadas y sus crepúsculos
rayados y sus horadadas mientes, insepultos artefactos que resoplan ira e
impotencia. Y yo aquí, tolerando lo intolerable, soportando lo insoportable,
callando lo que ya no puede resumir en silencios largos, como discapacitado,
como roto, como alguien que ha besado a la muerte mil veces y se ha llorado a
sí mismo, bañado en miseria, apto para ser sacrificado. El psicoanálisis
debería callar mis gritos interiores, mas solo le bajan la potencia, la
inacabable magnitud que tienen para romperlo todo. Y entonces surge la magia.
(Escuché una interesante propuesta, sugerencia, hipótesis o ironía, no sé, lo que sé es que fue interesante y que me hizo repensar tantas cosas. Dice más o menos así:
- ...me corrigieron el texto e impedieron, doctora, que siga hablando en primera persona singular, o sea, que deje de decir "yo pienso", "yo creo", "para mí", y en cambio quieren que diga "nosotros pensamos", "nosotros creemos", "para nosotros".- Dales gusto, Jeremías, de repente no quieren oírte solo, quieren oír también a tu Yo, tu Ello y tu Superyó, y para eso tienes que dejar el Yo y empezara a usar el Nosotros.Y en mi cabeza algo se detuvo, los engranajes de la antigua máquina, esa forma de re-formular los conceptos, de inventarme ideas y crear posibles explicaciones se encendió, y, entonces, bueno, trataré de no enfrentarme tanto a ellos y me decidiré un poco más a darles la razón.)
Ay, la vida... Y después el cielo se nubló
otra vez. Y yo tan alejado, como quien dice exiliado, desde aquí, a un lado de
la Tierra, permutando facciones, fingiendo cordura en pleno ataque de tristeza.
Y por eso ellos me llaman loco, y me insultan y se sienten bien tratándome como
algo raro. Pero ya estaba lejos, entonces, y para ello, por si llovía, había
traído desde los recovecos más escondidos de la memoria un par de recuerdos,
por si se les antoja compartir la lluvia conmigo. Ya en la universidad, otra
vez inundado de especulaciones e ideales, pero de los que lastiman, caminé con
algo de desorientación, del mismo modo como se facultan mis pensamientos. Más
allá, al lado tuyo, cuando llegaste como quien te trae con el pensamiento,
burlado por la realidad, derramé la primera lágrima. Y te creí mi salvación. Y
creí que eso de morir asesinado no era más que pura fruslería. Y que yo al
menos en este día soy medianamente inmortal. Y mis mejores amigos, ¿dónde se
metieron?, ¿y sus tiernos abrazos?, ¿y sus sonrisas y sus ojos y sus...?
Cuando, en eso, otra vez, como reptando por una historia que no se quiere
quebrar, llegó la chica con ojos color deseo.
(Prolepsis bienvenida. Microrreltao: Historia de un suicidio, uno de tantos, que fracasó, como tantos, segundos después de haberse iniciado:
"Me pondré mal cuando me cancelen los que confirmaron su asistencia a la pequeña reunión en honor a mi cumpleaños. Y me pondrá mal tener que cancelarle a Carlitos. Y encima me llegará un mensaje de una chica extraña, pero conocida, y mi chica pensará que era la OTRA (¿con qué tiempo? ¿con qué plata? ¿con qué pinta?) y se pondrá seca, celosa y airada. Pero yo, en ese instante estaré tan herido que lo único que querré será cariño para dejar de estar muy muy muy triste y ella me entristecerá más y más con sus palabras. Así que me desesperaré, lloraré y me iré al baño con mi mochila, sacaré mis gatos, los pondré a trabajar, pero no lograrán nada, así que escribiré una carta de despedida, una de tantas, y sacaré mi chalina, la amarraré en la ducha y me colgaré. Para cuando sienta incendiarse mi rostro, ella llegará y me descolgará, para luego echarse a llorar a mis brazos y decirme que no la abandone porque soy lo único que tiene en la vida. ¿Cómo podré seguir viviendo después de eso?")
Y efectivamente, con mi mejor amiga,
contra vientos y mareas, y cataclismos e internamientos, ella que se
mantiene firme como un pensamiento, ideamos una fiesta, pero yo encantado, o
como quien dice, maravillado del presunto destierro, cuando en este lado, como
si dijeran ¡STOP! para mis adentros, pensé serenamente, matizado de
discrepancias unipersonales, vaya que es maravilloso, por primera vez celebraré
mi cumpleaños. Y me apresuré por desempolvar y recolectar sonrisas y
presencias. Pero al final escuetamente conseguí tres motivadores ¡Sí! Yo te
acompaño... Y al final la torre se cayó. Y yo estaba arriba, avistando lo que
en un pasado fue esa hermosa idea. Y ladrillo a ladrillo se iba derruyendo esa
hermosa construcción erigida solo por los ideales simplistas y preciosos de mi
amiga Pancha. Y me sostuve de la almena hasta el último momento. Y a mi lado,
tú, con tu paciencia y tu impaciencia y tus iras y tus tristezas, tu niñez y tu
descreído rencor. Y Carlitos con un yogur para brindar mi locura desmedida.
(Profecía.(Del lat. prophetīa, y este del gr. προφητεία).1. f. Don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras.2. f. Don sobrenatural para pronunciar oráculos en nombre y por inspiración de Dios.3. f. Predicción hecha en virtud de don sobrenatural.4. f. Cada uno de los libros canónicos del Antiguo Testamento en que se contienen los escritos de cualquiera de los profetas mayores. La profecía de Isaías, la de Jeremías, la de Ezequiel, la de Daniel.5. f. Juicio o conjetura que se forma de algo por las señales que se observan en ello.6. f. pl. Libros canónicos del Antiguo Testamento, en que se contienen los escritos de los doce profetas menores.
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Rendidos, pero sin estar muertos, supe
ciertamente, que otra manera más infame de manifestar mi encanto era
incorrecta. Y tú lo sabías, por eso al verme llorar por los amigos que nunca
están para mí, me abrazaste y me ceñiste a ti para arrullarme, calma, calma,
niño, el sol ya se oculta pero saldrá mañana. Y luego la hecatombe. Y yo tan
sufrido, como abandonado, perplejo y muchas veces insano, me motivé, ya sin
gatos ni horadadas cumbres ni la juntación arrebatada de tus labios que
persuaden mi camino, errante, tras la Luna, con la decepción fresca, até mi
vida a las postrimerías de la suerte. Y claro, el rayo que cae en mi pecho y lo
infla, y la frustración y el recuerdo, los años también, que me recuerdan que
me hago viejo, pero todavía no me conozco. Clemencia para esta mi necesidad.
Estoy aquí solo y pendulo ciego y mortífero, resoplando la muerte, y esta
entromete sus dedos cadavéricos en mi boca. Y se lleva de a pocas, intransitiva,
mi vida en su bolso marrón. Y yo sin comprender que amar es tomar por el alma a
alguien.
(...Para ustedes Dios mismo hizo esta música para ustedes. Él es la creación misma, la naturaleza, nos ama. La marca de Dios Las leyes de la naturaleza, equilibrio constante, la fuerza, la pasión nuestro corazón haciendo toc-toc con la naturaleza. La naturaleza siempre se me vuelve espesa está haciendo estragos en mí, retrocediendo, llegando pronto al cajón. Y no me importa esa cuestión. Lo importante es que ustedes siguen aquí, alimentándose de mí Y yo me muerooooooooo...
A marca de Deux)
Simulacro de muerte. Un desvarío enorme, y
luego mi necesidad. Yo estoy aquí colgado, pendulando y jugando a morirme. Y tú
llegas y profieres un grito. Y yo ya no te reconozco. Ya no deseo vivir, para
qué, esta es mi oportunidad, todo se me presenta en fila, la edad que no
quiero, el cariño que no tengo, la soledad que me convence y la iluminación que
me falta. Y entonces, me retiras esas garras nocturnas y te disfrazas para mí.
Y qué soy yo. Y qué existe. Nada claro. Y me ciñes a tu piel, y me recuperas
como alguien que ha desaparecido. Y entonces tu llanto. Yo soy el culpable. Me
disfrazo verdaderamente de yo. Un enorme vacío entonces que complemente con el
hueco existencial. Ven aquí. Y no me dejes porque eres lo único que tengo en la
vida. La pequeña lluvia cae dentro de la habitación. Y desde tu alma un
chaparrón nos cubre de depresión. Hoy no hay pastillas y tal vez lo que nos une
es esta infeliz sensación, este sin sentido, este afán tuyo por amarme
ciegamente o esta obsesión mía de encallar siempre en la misma tristeza.
(Muchas gracias a esas personas taciturnas que no doblegan el ánimo y que saben pensar en este barro pensativo y recordar que hoy fue su cumpleaños y dejar el importante saludo, y a los demás, sus razones tendrán para no haberse acordado someramente de mí... Y sobre todos, gracias al facebook por hacerles recordar a los que me saludaron.)
La noche lo cubre todo ya, pero todo se
actualiza con dos acordes solitarios que navegan recónditamente por mi cabeza.
Y el trastorno y la depresión, y tu compañía que ya no hiere, pero me
tranquiliza enormemente, como no tienes idea. Porque hay cosas que están hechas
para no ser entendidas. Y como estás a mi lado, en este lado aborrecible del
bus, sé que te importo. Y mi corazón lo siente. Entonces no estoy medio loco.
Pero si te vas sería un loco completo. Porque tu ausencia me volcaría en el
vacío más perpetuo... Pero sé en ese instante de compañía y de elucubraciones,
de pensamientos errantes y de cavilaciones tardías, está Carlitos, esperando
con su yogur natural para brindar por un año más de locura. Y que no se
escandalizará, porque él es diferente a todos, porque él es de esas personas
complicadas y solitarias, que me hizo el favor de existir. Y de considerarme. Y
de recordar que hoy estaba programada una reunión para la cual nunca propuso
una ausencia. Todo lo contrario, Carlos espera en mi casa, lidiando con los
fantasmas que dejé allí, permutando de ideas, y presiente, acaso se preocupa. Y
yo todavía aquí, lentamente sigo extraviado porque la naturaleza ha hecho
estragos en mi cabeza. Y vacilo, sonrío, porque de tantos amigos, sé que para
uno más o menos soy importante, como quien dice, tu cumpleaños no es todos los
días.
(A veces es bueno que las historias literarias se adecúen a la vida real. Si escribo de ti, indirectamente es para ti, y si es para ti, te tiene que gustar. Y no sé si mi estilo, mi historia, mis recursos, mis acciones, las emociones que imprima o el sentido que le dé a lo que escriba de ti (para ti) te guste.
Vi una rosa, quise olerla, pero tuve miedo de salir lastimado)
1502 amigos en el facebook no lo son todo.
Que tengas 5 o 6 que lean lo escribes parece serlo, pero no lo es. En cambio,
si tienes un amigo que lo dejó todo por ir a verte y darte un abrazo por tu
cumpleaños, entonces sonriente puedes decir que sí lo tienes todo.
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