y te quiero, no quiero otra cosa que estar a tu lado
Solo explícame qué tienes que me gusta tanto,
muy aparte de esa simpatía que dilata mi felicidad,
y esos labios que me entusiasman cuando me besan.
De todas las cosas maravillosas que pudieron pasar,
el que tú estés pasando por mi vida es una delicia singular.
Los golpes que he recibido, los traumas que generosamente
se me obsequiaron en los campos de las flores,
me han enseñado que nada es para siempre.
Tú sonrisa tal vez en mi pensamiento sea eterna;
pero el que nos hayamos juntado en esta etapa
de nuestras prístinas vidas, es solo un hecho fortuito.
Mas eso, no quiere decir que no te quiera. Te quiero.
Y bien lo sabes, porque sientes mi cariño
como algo que reconforta y despierta cada mañana.
Solo deseo estar a tu lado... Besar tus labios...
Eres esa fuerza que me lleva a la universidad cada mañana,
que me mantiene atento y prominente en la vida.
Y por las noches, eres el deseo eterno de dormir a tu lado,
de compensar mis lágrimas con cada uno de tus besos.
Porque me he enamorado y te quiero y te quiero...
Y sin un día rompemos nuestros lazos,
al menos podremos mirar el pasado y recordar
lo hermoso que fue estar juntos.
Porque tú me haces feliz, y yo te hago sonreír.
No sé si seremos el uno para el otro,
pero mis locuras terminaron en el mismo momento
en que tu boca y la mía se juntaron (para siempre).
Yo amaré a otra mujer, dentro de unos cinco años
y tal vez la ame como tú. Y ella te dirá: mamá.
Este es el presente y no tenemos otra frecuencia
más que tu vida en la mía, despavoridos y amorosos,
por el resto de los días que nos quedan en la dicha,
algún día miraremos al pasado y entenderemos
que la noche no puede ser más oscura que las que han pasado.
Que la luz llega con tu sonrisa, que cuando beso tu frente
empiezan los buenos días, que cuando beso tu boca
el tiempo se detiene y somos inmunes al rencor.