miércoles, 25 de julio de 2012

Inoportuno

Te recuerdo como esa ultima vez, sumida en el frío y el desconcierto. La pena que te fractura, como antes te hirió mi locura. Y esta vez, solo esta vez, también tienes el secreto para inducirme al vacío. Si entro en tu pecho, no sabría salir más. 
No pretendo tocar tus dedos, ni acariciar tu cabello, quiero mirarte de lejos, como una pausa innecesaria, porque cualquiera de cansa de estar solo. Nada me alegra más que tú, que tu sonrisa. Porque te conservo. Y sé maquillar mis resistencias. Y tras este velo innecesario existen mis promesas de pie... hasta el día en que decidamos morir. ¿Qué es el pasado y estas heridas? Yo te cuido, yo te espero, pero también llegó mi autobús, y tengo que abordarlo, para alejarme de ti todo lo posible; trataré de engordar esta distancia para nunca que nunca más, y ahora sí es en serio, me nombres. Yo no pretendo huir de ti, pero sí de esa mujer en la que te vistes, con su rencor, su perfidia, su aura triste.
Y aunque la felicidad se esboza en mi ventana, a veces miro atrás y te reconozco, y eres tan solo el recuerdo que yo siempre quise atesorar, en la oscuridad de la tierra, o la luminosidad del sueño eterno. Vengo a tu recuerdo cada vez que quiero sentir que he sido un buen tipo, si descuento mis horrores. Para saber a ciencia cierta que pocas puede decirse leales. Una perfidia tal vez, cada cuatro torturas, mientras en mi cabeza se hilaba el sudario de mi muerte.
No quisiera morir sin ver la luz clorótida de tus ojos apagados, y que me expliques porque me haces esto.Ahora que menos necesito de ti, es cuando fluye en mi memoria, como una obsesión, tu recuerdo. Y si esto es tripartito, a quién le importa, mientras se imponga tu boca en el enorme vacío que dejas en mi alma...

Un abrazo... Tal vez algún día me encuentres solitario y triste y yo me anime a hablarte...

Si soy feliz ahora es porque encontré el reflejo de mi sonrisa en los ojos de Esther.

(Por unos ojos negros, igual que penas de amores 
hace tiempo tuve anhelos, alegrías y sin sabores
y al dejarlos algún día, me decían así llorando
no te olvides vida mía, de lo que te estoy cantando
Que un viejo amor,
ni se olvida ni se deja
que un viejo amor,
de nuestra alma si se aleja,
pero nunca dice adiós
que un viejo amor
Ha pasado mucho tiempo,
y otra vez vi aquellos ojos
me miraron con despejo, fríamente y sin enojos
y al notar ese desprecio de ojos que por mi lloraron,
pregunte si con el tiempo,
sus recuerdos olvidaron
Que un viejo amor,
ni se olvida ni se deja
que un viejo amor,
de nuestra alma si se aleja,
pero nunca dice adiós
que un viejo amor
Que un viejo amor)