martes, 9 de diciembre de 2014

Reescritura de una locura

¿Cómo me llamo? Bueno, depende del clima, a veces me llamo por teléfono, otras a gritos. El caso es que siempre ando solo. Antes solía ser marino en un submarino, pero como solía dormir con la ventana abierta, me botaron. Desde entonces me dedico a docencia y a la indecencia. Y han de saber que yo, Albertino Ámbar, soy gemelo, pero mi hermano se murió cuando recién nacimos. Pero luego se supo queel que murió no era mi hermano gemelo. El que murió había sido yo. Desde entonces mi mamá anda muy triste y muy culpable, pues cuando yo nací ella no estaba en casa. Sino que había una tía que andaba de viista, y ella fue la que me atendió. Desde entonces no sé si soy hijo de mi tía o sobrino de mi mamá. Y mi tía ahora vende pepinos en Viena. Y aunque a nadie le importe, ella se esfuerza. Y aunque ya no sé de ella ni de su pobreza, sé que al menos mi hermano sospecha que aun estoy muerto. Y que estoy solo. Pero, claro, unos somos tristes por naturaleza, pero otros son diabéticos por herencia. Y eso que yo no digo que soy poeta porque no lo soy, en cambio me gusta la reescritura del discurso, y la gente siempre habla por hablar, o sea como que hablan al cuadrado, o lo que es lo mismo hablan porque tiene boca, y son malintencionados cuando hablan y son hablados cuando malintencionan. Si vas para Chorrillos, déjame un alhelí por el malecón que solía ser mi fantasma favorito. Es que han de saber que yo calzo 39, pero uso 42, porque el de 39 me aprieta mucho. Y acabo de inventar un método perfecto para combatir el frío: el calor de mis abrazos. Y ahora quiero trabajar de astronauta. Y todo acaba feliz. Porque hablando se entiende la gente, pero es mejor cuando hay una guillotina al lado. Yo una vez fui al cine. Pero siempre ando solo. Y eso que hay gente que nacieron para contar historias, y hay otras que nacieron a mediados de mayo como yo. Por eso estoy tan solo. Tengo una novia, con lentes y aparatos; no les puedo decir más porque no la conozco personalmente, pero me dio una hermosa hija que de grande va ser adulta. Y este corazón es mío, y tuyo también. Por eso ando muerto y ando solo.

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