martes, 9 de diciembre de 2014

Caos


De ese mismo modo, los latidos de mi puño viajan hasta a ti, retirada en un solo punto, adversa a mis intenciones, condicionada por eso que llamas resistencia. No es que me haya cansado de esperar, o tal vez sí, el hecho es que cuando me toque viajar lejos, no te llevaré de almohada ni de amor mío, porque la madrugada es siempre tan espesa, y yo no tengo más que esta boca que sueña con ser tuya....
Quiero que no me abandones ni me retires tus astros, pues mi noche se haría caos. Mi trabajo es mirarte, soñarte, esconderme. Y presentir que tras esa noche, están tus ojos descompuestos de futurear. Aquí te quiero, en esta vida. Ya para qué la muerte, sin ti, esta no tiene remedio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario