martes, 9 de diciembre de 2014

Ella

Ella es demasiada mujer para mí.
He ahí la disonancia entre su vida y la mía.
Mi manera de extrañarla será callar las heridas
vestir de cariño lo efímero
y de mi fuego hacer mentiras.
Tragarme las palabras cuando ella nombre a otro
romperme la quijada de noche
hacer de su compañía la cuerda que me sostiene
levantarme tan tarde para empezar a soñar su boca
su boca que es anterior a la noche.
Pintar en mi casa vacía sus ojos sin fondo
dibujar un cielo estrellado y de matiz y de polvo
hacerme barullo en su vientre de católica
ser solo resfrío quererla saber quererla necesitar
morirme de inspiración tras un porro
y fumar otro y otro
hasta olvidar que ella es demasiada mujer para mí
quiéreme como puedas, con nada me conformo.

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