jueves, 8 de marzo de 2012

Primeros pasos para ser escritor de verdad

(Discurso de mañana en la premiación del concurso de cuento y poesía Un millón de razones para escribir)

A C, ausente en mi mundo,
presente en mi corazón

Hasta ayer fui solo el chico que se sienta al fondo del bus, en el asiento más lejano, el asiento que nadie quiere, tan solo para poder estar a solas con sus pensamientos, y estructurar narraciones de una posible novela. O el que transita Lima observando edificios de belleza colonial, decorando sus ojos con las volutas y los hermosos capiteles de las imperiosas casonas limeñas. O el trasplanta mundos cotidianos a realidades que le competen a su yo herido. O el soñador empedernido que todavía quiere retroceder el tiempo para cagar las cosas un poco menos. O el chico triste que ni un solo día deja de pensarte. O el tímido colega que se apresta a saludar cuando ve a una autoridad en su frente, y, sobre todo, elocuente en el arte de ser cordial. O ese que se pasa horas leyendo temas que otros consideran pueriles, y se documenta tan solo para escribir un miserable párrafo de una extraña novela. Hoy dejé de ser solo eso.

Y mañana, pasado el medio día, cuando reciba el premio de manos del alcalde, en el momento del discurso, maldita sea, te tendré atravesada en el corazón, porque no habría llegado hasta aquí sin ti. Eres la razón de mi poesía, eres el porqué de mis letras. Ese premio te lo debo a ti. Es tu premio. Nuestro premio. Desde mañana seré un escritor de verdad en sociedad. Mañana, vestido elegante y en compañía famélica pero reincidente, podré decir desde mi corazón: Gracias, este premio te lo debo a ti. Es mi primer premio. Y eso me alegra. Me voy haciendo escritor de a poco, un escritor de verdad, que tal vez descubra del todo la verdad que guarda dentro de su inaccesible ser. Y las introversiones, por supuesto, tú me las regalaste. Yo a ti te debo eso: la capacidad de sublimar, de escribir teorías y mencionar alternativas de la realidad. Tú me enseñaste a amar y a vivir. Desde mañana mis empeños por sobresalir y reconquistarte han dado un paso gigante, porque ya soy escritor para la sociedad. Me hubiera gustado que lo recibas conmigo. Mi premio, el que de verdad quiero, es una cita contigo, una cita especial. Gracias por todo a todos. Y a ti, por existir, sin ti no habría poesía para mí. Eres mi musa, mi reina, mi amor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario