jueves, 10 de noviembre de 2011

El corazón que al desnudarse se rompe

Yo no tengo una guitarra ni un grupo de punk contra el sistema para decirte cuánto te amo, sólo tengo estos dedos cansados de no acariciarte, esta boca que se reseca de no besarte y este corazón que se desangra de tristeza.
Yo no tengo la elegancia de un emo, las amaneraciones que te sedujeron, sólo tengo las caricias que dejé empeñadas por un poco de alegría, mis dedos que, a parte de escribir, servían para tocarte.
Yo no tengo música, tengo Literatura; yo no tengo covers, tengo utopías; yo no tengo canciones, tengo ideales; yo no tengo guitarras, tengo amor para entregarte.
Yo no tengo manos que acarician cuerdas, sólo estas manos que profanaron mis palabras, que te hirieron, que te golpearon: la culpa me mata, si sobrevivo es porque tú existes, porque me consuela el saber que tal vez piensas en mí.
Yo no tengo artimañas para robarle la chica a alguien, yo tengo estas lágrimas que me brotan tras cada línea.
Yo tengo esta prosa eternamente tuya, yo tengo estas líneas dirigidas a tu corazón, por si se compadece y me regalas una charla, como en los tiempos de la academia, y concocernos de nuevo, porque soy un hombre nuevo, pero con el mismo viejo y tierno corazón en donde tu nombre es el motivo de vida.
Yo tengo mi amistad y mi amor para darte, y estas ganas de irte a buscar, y estos deseos de abrazarte y llorarte y pedirte que regreses.
Yo tengo compromiso social, tengo ideales políticos, tengo visión de futuro, tengo buena conversación...
Lo que no tengo es tu amor. Y sin eso es como si no tuviera nada

No hay comentarios:

Publicar un comentario