domingo, 23 de marzo de 2014

Promesa fallida.

Una vez te prometí que para enamorarte intentaría de todo, incluso cortarme las manos para no escribir para nadie más y cortarme los pies para no irme de tu lado, pero tú tienes tu vida hecha, me dijiste que te habías casado y eso caló hondo en mi podredumbre, me hundió y me hunde en una maraña de nostalgias, y yo buceo con mis mentirosas ansias de persistir para ti, pero tú tienes hijos, y yo sigo soltero; una cama compartida muchas veces trae recuerdos y otras los sepultan con el cuerpo mío allí, dentro, sepultado, insurrecto, frágil y fatal, rodando hacia el final, donde tu sonrisa no es más ni mucho menos, apenas si soy un granuja que ando desesperado buscando tu rostro en otros rostros, tu inteligencia en otras inteligencias; pero aún no hallo mi verdadero yo.

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