sábado, 24 de enero de 2015

Neurótico

A veces soy idiota y pienso en los truenos o las rayas. Esas veces te observo caminar. Y me gustan tus zapatos. Me gusta tu blusa. Hasta puede que me gusten tus dedos. Pero por supuesto que siempre me gustará más quién los lleva puesto. O sea tú. Otras veces decido salir de casa. Y camino por la ciudad. Miro los edificios. Y me siento tan pequeño. La mayor parte del tiempo me la paso solo. Camino solo. Miro solo. Me admiro de la gente solo. La gente es rara. Rara porque no saben bien qué es lo que quiere. Parece que siempre andaran arrechos. O algo así. Ven una mujer y empiezan con el acoso. Algunas mujeres son raras. Otras son tontas. Otras son eternas. Y otras son epidérmicas. Pero yo siempre soy el mismo. Ojalá pudiera cambiar. Ojalá pudiera salir del montón. Quizá si me corto un dedo sea distinto. No sé qué hacer con tantos dedos: tengo 20, pero solo uso activamente cuatro. Los demás, les hacen compañía. Mi mamá me dijo el otro día que me parezco mucho a un tío que se murió de sífilis. Yo no tengo sífilis. Tengo muchos libros. Aún no los leo todos. Porque todos andan ocupados. En casa ya no queda nadie. Salvo hoy. A veces me lleno de sombras y me pongo a llorar. Otras lloro mientras hago el amor. Pero despacito para que ella no se dé cuenta. Otras me doy cuenta que no hago el amor con la persona equivocada. Y otras me equivoco al desvestir mi alma. Es que soy pésimo en la cama. Por ejemplo hoy no sé si soy el indicado. O si indicas mi camino. O puede que el que esté sea mi sonrisa. No entiendo mi sonrisa. A veces se me escapan. Y la gente me grita: "¡Sal de la pista, idiota!" Y yo les sonrío más. A veces nado en el asfalto. Pero no avanzo. Otras voy a bares. Otras los bares me cierran la puerta. A veces extraño que alguien me abrace. Otras abrazo a alguien que extraño. Pero no es lo mismo. Quisiera ser escritor. Pero sé que lo lograré. Aunque tenga 70 años. Porque ya estoy viejo. Lo lograré. A veces me da por morirme y saltar del segundo piso. Otras se me da por escribir. De cualquier forma sé que me estoy lastimando. Pero qué puedo hacer. Mientras no tenga trabajo, puedo intentar quedarme loco. Mi mamá se va enojar mucho cuando sepa qué le sucede a su hijo por la madrugada. Mi papá es buen tipo. Los aviones son veloces. Y yo estoy enojado conmigo mismo, aquí encerrado conmigo mismo, solo conmigo mismo. Pero pronto saldré. Porque quiero verte. Y desde aquí no hay bonita vista.

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