De todas maneras, en estas ansias abstractas hay un contrato que le debo a tu corazón. Y a tu sonrisa también; porque tu sonrisa de todas las maneras posibles, en la proximidad de mis recuerdos, sabe alegrarme, ahora que tan solo me siento, a pesar de las buenas compañías que el aprendizaje de la vida me regala. Y en este día en que de rosado se vierten tus ojos, y tus pupilas doradas, como rayos de sol, aprecian la soledad desde un punto en compañía de la ciudad muerta de tus pasados rotos, yo te saludo, porque me he prometido y tu recuerdo es testigo, soltar tus penas con frases que más o menos te reconozcan como su dueña. Ya pasan las horas y llegan al litoral de mis lágrimas tu recuerdos, ¡qué bonito!, y la ratita de Quilca, que se podría e hinchadita, con pinta de puerquito, se parecía a la más bella escultura, y ¡qué bonito!, esa ratita podrida... Y yo soy tu amigo, porque te ofrezco algo para suplir tus penas... Yo te ofrezco mis pensamientos para pensar en ti, en secreto y con la verdad del cielo que tus ojos guarda, color del naife, mis ojos los tuyos, maría redentora, cuándo fueron que tus ojos pardos me borraron el mundo al mirarme con ira. Y cuándo se me borra tu nacimiento del calendario, tus ojos tiernos, tus ojos cupidos del cielo, que ampulosas miradas que gratas maneras de abstraerme del recuerdo, tus ojos tuyos tuyos mis cielos, tu fecha de nacimiento, mis calendarios detrás del árbol que planté para ti.
Feliz cumpleaños, pásala entera y en tu mundo, carita bonita, con tus estrellas en las sonrisas, suspirando el mundo, desde mis recuerdos... dónde estarás ahora... Y desde dónde me mirarás... con tus ojitos pardos, qué bonitos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario